sábado, 15 de mayo de 2010

Tu nombre en la orilla del mar.


La noche,
sosegada en un lecho de melancolía gris,
no tiene estrellas titilando en su manto,
sólo un frío que le muerde la piel,
que le llega al alma como daga punzante que le sangra el corazón.
Hasta una rosa tiene espinas y a veces lastima.
Pues no todo lo que parece bello, bello es,
y no todo lo feo, feo es.
La noche está fría,
las palabras también,
tu mirada queda ausente,
pareces perdida,
allí,
donde encuentras el consuelo que yo no te puedo dar.
Mientras el mar me traga,
mientras mis uñas arañan la arena,
mientras tengo un último aliento,
intento escribir tu nombre:
en la orilla del mar.
Autor: Claudio Carlo

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