sábado, 15 de mayo de 2010

Jamás me querrá a mí, tanto como lo quiere a él, que jamás la querrá, tanto como yo la quiero a ella.


Pienso en ella mientras ella piensa en otro,
que jamás la querrá,
porque ella no significa para él,
lo mismo que para mí.
No sé si la quiero más que ella a él,
y prefiero no saberlo y conformarme con saber que soy yo
quien simplemente la quiere,
tal vez como nunca he de querer jamás.
Más ella jamás será mía,
más yo seré siempre de ella,
y eso sólo yo lo sé,
pero ella jamás lo sabrá.
Cómo no quererla tanto,
si parece flotar sobre el suelo,
si sus ojos rutilan sencillez,
y es puro encanto cegador.
Pero ella lo quiere a él
y yo la quiero a ella,
que jamás me querrá,
tanto como lo quiere a él.
La fatídica ironía es,
que alguien me quiere a mí,
pero yo no quiero a ese alguien,
porque la quiero a ella,
que tampoco me quiere a mí.
Autor: Claudio Carlo

No hay comentarios:

Publicar un comentario